El alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco, ha anunciado hoy el avance del documento que el Ayuntamiento publicará el próximo lunes y enviará formalmente al Ministerio de Asuntos Exteriores. Este memorándum, titulado “Memorándum estratégico de La Línea de la Concepción para una integración transfronteriza y sostenible”, busca identificar los desafíos que enfrentará la ciudad ante la eliminación de los controles fronterizos terrestres con Gibraltar y proponer medidas para convertir esta transformación en una oportunidad de desarrollo.
El regidor explicó que, además de presentar el documento, el Ayuntamiento continúa reclamando “una interlocución directa con el Gobierno de España” para tratar asuntos que trascienden las competencias del Ministerio de Exteriores, en un escenario que requiere una atención especial.
El memorándum tiene un carácter político y técnico, y se presenta como un documento “vivo y abierto”, que permitirá la participación ciudadana mediante aportaciones enviadas a un correo electrónico habilitado para tal fin. Además, el Ayuntamiento propondrá una encuesta en redes sociales para conocer la opinión de la ciudadanía sobre los planteamientos municipales y mantendrá reuniones con colectivos directamente afectados por los cambios.
El documento plantea en primer lugar la disyuntiva entre afrontar la desaparición de la frontera física sin medidas específicas o con ellas. En el primer escenario, La Línea podría enfrentarse a la pérdida de población activa, fuga de consumidores, saturación de los servicios públicos y una posible pérdida de identidad urbana. Para evitar estos riesgos, el memorándum propone una serie de medidas estructurales, urbanísticas, fiscales y sociales, que incluyen la creación de una zona económica especial, una terminal logística, un plan de vivienda y mecanismos de financiación específicos.
El alcalde destacó que se abre un “nuevo modelo de ciudad” que modificará la geografía urbana, con “120.000 habitantes de dos territorios con situaciones jurídicas y legislaciones distintas y 36.000 metros cuadrados de la aduana en el limbo”. Por ello, subrayó la importancia de adelantar actuaciones en suelos estratégicos y en materia de vivienda para prepararse ante estos cambios.
Entre las propuestas fiscales, Franco mencionó la posibilidad de solicitar la exclusión de Gibraltar de la clasificación de jurisdicción no cooperativa en la orden ministerial, lo que eliminaría la doble imposición fiscal para los trabajadores transfronterizos. También se plantea un sistema de financiación que compense al Ayuntamiento por su población flotante, en su mayoría extranjera, a la que se presta servicio sin que esté empadronada en la ciudad. Para ello, el Ayuntamiento lanzará una campaña para incentivar a los residentes comunitarios a formalizar su empadronamiento.
En materia de movilidad, el memorándum contempla la necesidad de atender a la población gibraltareña ante la posible creación del tren litoral Algeciras-Nerja, que incluiría una ramificación en La Línea. Actualmente, la ciudad es la única en Europa con más de 100.000 habitantes que carece de un apeadero ferroviario.
En el ámbito social, se propone reforzar los servicios sociales, sanitarios y educativos mediante un convenio bilateral que garantice las futuras pensiones de los trabajadores transfronterizos, además de medidas para la protección de menores y víctimas de violencia de género. También se contempla el tratamiento conjunto de residuos, el aprovechamiento de instalaciones deportivas, la creación de nuevas titulaciones académicas en colaboración con centros universitarios andaluces y gibraltareños, y un marco presupuestario que permita ampliar los servicios municipales.
A partir del lunes 23 de junio, el Ayuntamiento pondrá a disposición de la ciudadanía el memorándum en su página web y activará una encuesta en Facebook para recabar opiniones sobre aspectos relacionados con movilidad, comercio, vivienda y otros temas clave. El objetivo es fortalecer o modificar los planteamientos municipales en función de las aportaciones recibidas.
Este proceso busca que La Línea pueda afrontar con mayor solidez los cambios que se avecinan, promoviendo una gestión participativa y una estrategia integral que garantice “avanzar pensando en las personas”.