Un grupo de trabajadoras de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) ha mantenido una reunión con el alcalde, Juan Franco, y la delegada municipal de Asuntos Sociales, Zuleica Molina, en la que han conocido la problemática de la plantilla tras la sustitución de la cocina del centro por un cáterin externo.
Eva Díaz de Terán explicó que como monitoras residenciales, atienden a las personas usuarias las 24 horas del día en todas sus necesidades básicas, además de realizar labores de recuperación e integración de habilidades sociales y acompañamiento. La implantación del cáterin las obliga a emplear parte de su tiempo en la recepción, almacenaje y preparación de las comidas, tareas que antes realizaban otros perfiles profesionales. Con ello, las monitoras tienen menos horas para las actividades terapéuticas y de recapacitación, con una merma en la atención que reciben los residentes.
La edil de Asuntos Sociales ha declarado entender esta reivindicación que va en detrimento de la atención a usuarios. Por ello, trasladará esta problemática a la Consejería responsable.
El centro de Faisem en La Línea cuenta con doce trabajadores y atiende a veinte personas aquejadas de trastornos y patologías mentales graves que reciben ayuda para su desenvolvimiento social, personal y familiar, previniendo su marginación y discriminación.