La delegación municipal de Asuntos Sociales, que dirige la concejal Zuleica Molina, lleva a cabo este curso escolar, dentro del Plan para la Comunidad Gitana, un aula para la convivencia con alumnos expulsados, cuyo objetivos son el refuerzo educativo, así como potenciar las competencias sociales y emocionales para la reducción del absentismo y el fracaso escolar.
Esta iniciativa se complementa con sesiones de Educación Familiar a los padres de los alumnos participantes. La concejal ha señalado que la pretensión es fomentar el desarrollo de habilidades sociales, inteligencia emocional y autoestima, siendo los principales participantes alumnos con alto nivel de absentismo escolar y expulsados de centros educativos. Estos alumnos en vez de estar en sus casas tras la expulsión acuden al aula, en horario de 09,30 a 14,00 horas. Dicho programa se dirige tanto a alumnos de Primaria como de Secundaria y se desarrolla en el Centro de Servicios Sociales Comunitarios de Poniente, de lunes a viernes.
El Aula de Convivencia comenzó el 1 de octubre, trabajando en coordinación con el Equipo de Prevención e Intervención del Absentismo Escolar y centros educativos del municipio. Hasta ahora, en los primeros quince días, han participado un total de seis menores, el 67% hombres de edades comprendidas entre 13 y 15 años, alumnos que cursan la Educación Secundaria Obligatoria en el IES Mar de Poniente.
Los grupos de trabajo están planificados para trabajar con un máximo de seis alumnos, permaneciendo periodos de cinco a diez días en dicha aula.
Estas acciones están cofinanciadas por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.